• Complementa de forma ágil la información para el diagnóstico
• Sin equipo o personal de laboratorio
• El tamaño es práctico
• Desechable y no reutilizable.
• Resultados en 10 minutos

1. Deposite la gota de sangre en el receptor de la prueba.
2. Coloque en el receptor de la prueba unas cuantas gotas del buffer para mejor absorción de la sangre en la tira del cassette.
3. Espere
4. Interprete los resultados después de 10-15 minutos aproximadamente

Una prueba rápida no pretende ser diagnóstica, ya que los pacientes que resultan positivos para la prueba son remitidos a un estudio de laboratorio más específico para confirmar la prueba y cuantificarla, iniciar su diagnóstico y tomar las medidas de tratamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve el uso de las pruebas rápida en diferentes ámbitos siempre que se cumplan las siguientes condiciones:

• Deben realizarse para detectar enfermedades con consecuencias serias para la salud y cuya detección temprana tiene claros beneficios para el paciente.
• Su confiabilidad debe ser certificada con las mismas normas que los tests de laboratorios equivalentes.
• No deben ser invasivas.
• Debe existir un tratamiento efectivo sobre la patología a detectar y las ventajas obtenidas en su detección precoz deben ser contundentes.
• Se le debe informar al paciente sobre las ventajas de realizarse una prueba rápida y su decisión debe ser voluntaria.