Los mensajes de texto no son lo mismo que una conversación
Es difícil reñirse con la velocidad y la comodidad de conectarse a través de mensajes de texto e instantáneos, pero los científicos afirman que la comunicación social omnipresente en línea de hoy en día puede no dejar las mismas buenas sensaciones que simplemente hablar como siempre se ha hecho.
Al estudiar a un grupo de chicas, investigadores de EE. UU. hallaron que hormonas con un papel clave en relación con las emociones (entre las que se incluyen el cortisol y la oxitocina) reaccionaron de manera potencialmente beneficiosa cuando las chicas hablaban sobre un evento estresante con sus madres en comparación a cuando enviaban mensajes de texto sobre la misma cuestión.
“No estamos seguros de por qué, pero quizá ocurra que el hecho de escuchar esa voz es algo especial. Escuchar la voz de alguien no solo transmite el tono y la sinceridad, sino también la identidad”, señaló la autora del estudio Leslie Seltzer, becaria postdoctoral del departamento de psicología en la Universidad de Wisconsin, en Madison.
“Un niño puede identificar si esa persona es uno de sus padres, pero por mensaje de texto no. Quizá no es una gran sorpresa pero es relevante, porque a todo el mundo le gusta mucho enviar mensajes de textos o mensajes instantáneos. . . pero la gente debería saber que no se consigue necesariamente la misma [respuesta emocional]”.
El estudio, presentado recientemente en una reunión de la Sociedad de la Psicología de la Personalidad y Social (Society for Personality and Social Psychology) en Nueva Orleáns, fue publicado en la revista Evolution and Human Behavior.
Seltzer y colegas compararon las respuestas hormonales de 68 chicas de casi 8 a 12 años de edad al escuchar la voz de su madre con esas mismas respuestas al comunicarse con ella mediante un mensaje instantáneo después de finalizar unas pruebas estresantes de matemáticas y verbal.
En comparación con las chicas que enviaron mensajes de texto a sus madres después de los estresores, las que hablaron con su madre o bien por teléfono o bien en persona tenían niveles más bajos de cortisol (la hormona “del estrés”) y niveles más altos de oxitocina, conocida como la “hormona del amor” por su relación con la formación de relaciones positivas. Los niveles hormonales del grupo de los mensajes instantáneos fueron similares a los del grupo de control de chicas a las que no se permitió que contactaran con sus madres después de las pruebas.
Un experto elogió el estudio.
“Creo que tenemos que ver muchas más investigaciones como esta”, afirmó Bert Uchino, profesor de psicología social y psicología de la salud en la Universidad de Utah en Salt Lake City. “El hecho de que midieran los niveles de cortisol y oxitocina y que ambas medidas se relacionaran con el estrés me da más confianza sobre los hallazgos. . . Hicieron un verdadero experimento que puede descartar muchas explicaciones alternativas”.
Uchino indicó, sin embargo, que aunque los niveles de hormonas relacionadas con las emociones aumentaron y disminuyeron de forma tal que indicaban una respuesta al estrés cuando las chicas enviaron mensajes de texto, lo cierto es que las participantes no comentaron que se sintieran estresadas al hacerlo en comparación con las que hablaron con sus madres.
“Las personas realmente no saben lo que está pasando en sus cuerpos”, afirmó. “Puede que piensen que este [tipo de comunicación] es muy parecida, porque no han afirmado que se sientan más estresadas. Hay muy pocos trabajos como este, que intenta comparar si diferentes tipos de comunicación son igualmente efectivos”.
Un encuesta PEW reciente confirmó que los mensajes de texto se están convirtiendo en el principal medio de comunicación entre los adolescentes. El estudio de 2012 halló que el 63 por ciento de los adolescentes intercambian mensajes de texto cada día, y que el 39 por ciento llaman por el celular diariamente. El 22 por ciento afirmaron que usan mensajes instantáneos cada día.
Leslie J. Seltzer, Ph.D., postdoctoral fellow, University of Wisconsin, Madison; Bert Uchino, Ph.D., University of Utah, Salt Lake City; January 2012, Evolution and Human Behavior; Jan. 19, 2013, Society for Personality and Social Psychology annual meeting, New Orleans.